sábado, 4 de agosto de 2012

Cómo casarse con un millonario

Obra menor de carácter cómico, dirigida por Jean Negulesco, de una manera muy simple en Cinemascope. Una de las razones para ver esta película es la presencia de Marilyn Monroe, que interpreta perfectamente el papel de una rubia tonta y miope, que es incapaz de ponerse sus gafas cuando esta delante de los hombres. 

Lauren Bacall también sale magnífica como mujer caza-millonarios y Betty Grable es otra rubia tonta sin muchas luces a la que llaman Toctoc.

El guión de Nunnally Johnson es muy simple, pero funciona bastante bien y hace que la trama fluya rápidamente.

Lo mejor: Marilyn Monroe, las imágenes del New York de los 50, el elegante vestuario de William Travilla y la banda sonora de Alfred Newman y Cyril J. Mockridge.

Lo peor: algunos planos generales (inexistencia de primeros planos) y las transparencias en las escenas de la montaña.

En general es una obra menor, muy entretenida, pero se encuentra por muy por debajo del nivel de otros filmes de Marilyn Monroe, como "Con faldas y a lo loco" o "Vidas rebeldes"...

“CÓMO CASARSE CON UN MILLONARIO” habla un poco de esto y de aquello. Son tres chicas: una frívola, una calculadora y una cegatona, que se predisponen a pescar a cualquier calvete millonario, aunque les cueste vender todo el moviliario que una de ellas posee, para poder aparentar un poco de clase y moverse en los ambientes que frecuentan tales especímenes. Pero, la vida es buena con ellas y pronto les mostrará la otra cara de la vida y que lo que hace feliz es otra cosa… y bueno, la luz a veces llega y puede que el universo hasta termine concediéndote lo que anhelabas cuando ya tú no lo anhelas.

Se trata de una divertida comedia, con momentos conmovedores como cuando el compañero de asiento de Pola la persuade de lo encantadora que luce con sus gafas. Escenas deliciosas como el viaje de regreso de Loco Dempsey (Betty Grable) con el señor Brewster cuando éste presume de su inteligencia. Y con una Marilyn Monroe, que silencia a todos sus detractores, demostrando que tenía sobrado talento para la comedia.

Remake de “Tres rubias” de Lowell Sherman, basada en la obra teatral de Zoe Akins, fue esta la primera comedia en Cinemascope, corroborando, por lo demás, que este formato no sirve para la comedia. ¡Qué encarte el que tuvo el director Jean Negulesco para acomodarse a tanto espacio! Y tener que privarse de los necesarios primeros planos para exaltar lo más íntimo.

El arranque musical lo hace Alfred Newman, interpretando “Street scene” y significaba el lanzamiento del sonido estereofónico. 

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