
La acción tiene lugar en Chicago (Illinois), Miami (Florida) y en el trayecto en tren entre ambas localidades, en 1929. Dos músicos de poca monta, Joe (Curtis) y Jerry (Lemmon), testigos involuntarios de la masacre del día de San Valentín (14-II-1929), se ven obligados a vestirse de mujer para poder optar al único trabajo que encuentran, el de saxofonista y contrabajista de una orquesta de señoritas, de la que forma parte como vocalista la guapa Sugar Kane (Marilyn).
El film es una gloriosa comedia, que suma elementos de farsa, crimen,
música y romance. Considerada por algunos como la mejor comedia
cinematográfica de todos los tiempos, es para muchos una de los mejores
films americanos del género de la comedia. En todo caso se trata de una
comedia inspirada, ocurrente, graciosa y divertidísima. Hace uso de
parodias eficaces (cine de gángsters, Cary Grant...), farsas sin
acritud, juegos de falsas identidades, confusiones de género, disfraces,
peripecias y situaciones desternillantes, desventuras (pérdida del
abrigo la víspera de un día de nieve), persecuciones alocadas, escenas
ambiguas de un potente erotismo, atrevidos simbolismos sexuales
disimulados para evitar problemas con la censura, lances de humor negro,
malentendidos, paradojas (el calvario de dos hombres acalorados metidos
entre señoritas sensacionales), etc.
El guión contiene diálogos brillantes, personajes bien definidos, una narración ágil y fluida y una historia oportuna. Las interpretaciones de Lemmon y Curtis son excelentes y la de Marilyn es sensacional (combina justamente inocencia, malicia y fragilidad). Ésta es posiblemente la mejor interpretación de Marilyn. La acción se desarrolla a un ritmo vertiginoso. Se incluyen referencias melómanas de la época (Rudy Vallee) y cinéfilas (Rodolfo Valentino). Incorpora constantes de Wilder: coches a la carrera, persecuciones de coches, disfraces, puros, encendedores. Ésta es la primera colaboración de Lemmon con Wilder y la segunda de Wilder con el guionista Diamond. Rinde homenaje a la escena del camarote de los Hermanos Marx ("Una noche en la Ópera").
La música, de Adolph Deutsch, ofrece cortes frestivos y bulliciosos, de entre los que destacan "Play It Again, Charlie" y "Tell The Whole Darn World". Añade 3 canciones a cargo de Marilyn y una versión instrumental de "La cumparsita". La fotografía, de Charles Lang, en B/N, subraya la ambientación de época y crea agudos lances de humor visual. La escena final es antológica.
El guión contiene diálogos brillantes, personajes bien definidos, una narración ágil y fluida y una historia oportuna. Las interpretaciones de Lemmon y Curtis son excelentes y la de Marilyn es sensacional (combina justamente inocencia, malicia y fragilidad). Ésta es posiblemente la mejor interpretación de Marilyn. La acción se desarrolla a un ritmo vertiginoso. Se incluyen referencias melómanas de la época (Rudy Vallee) y cinéfilas (Rodolfo Valentino). Incorpora constantes de Wilder: coches a la carrera, persecuciones de coches, disfraces, puros, encendedores. Ésta es la primera colaboración de Lemmon con Wilder y la segunda de Wilder con el guionista Diamond. Rinde homenaje a la escena del camarote de los Hermanos Marx ("Una noche en la Ópera").
La música, de Adolph Deutsch, ofrece cortes frestivos y bulliciosos, de entre los que destacan "Play It Again, Charlie" y "Tell The Whole Darn World". Añade 3 canciones a cargo de Marilyn y una versión instrumental de "La cumparsita". La fotografía, de Charles Lang, en B/N, subraya la ambientación de época y crea agudos lances de humor visual. La escena final es antológica.
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